Con cierta normalidad recuperada tras la pandemia, muchas familias aprovechan para retomar e iniciar nuevos planes de vida, entre ellos la venta de su actual vivienda para comprar una nueva. Este cambio de vivienda implica una compraventa sobre la que debemos estar informados, tanto de nuestra capacidad de acción como comprador de nueva vivienda, hasta de los posibles contras que surjan como vendedor.

Conociendo los riesgos

¿Qué pasaría si a nuestro comprador no le dan una hipoteca debido a la crisis del coronavirus? Debemos ser conscientes de que el COVID-19 ha traído a España una recesión económica que estima su duración en meses e incluso años. En ese contexto, los bancos tendrán unas condiciones más férreas y difíciles frente a un escenario donde el riesgo económico está mucho más presente, sobre todo, el riesgo de impagos. Por este motivo tenemos que tener en cuenta que existe la posibilidad de perder la venta, la nueva compra y las arras si no planificamos de manera inteligente teniendo en cuenta dichos factores.

Tips básicos que debemos conocer

Una vez seamos plenamente conscientes del riesgo que supone una operación como la que queremos acometer, es hora de planificarlo todo en función de los diferentes escenarios. Además, hemos de tener en cuenta que debemos pactar como comprador y vendedor.

  • Siempre hay que dar cierto margen para que el comprador consiga la hipoteca, los bancos tardan semanas en estudiar la solicitud de hipoteca.
  • Debemos preguntar e interesarnos por la situación económica del comprador, asegurándonos de que pueda obtener financiación.
  • Podemos aconsejar al comprador que pida tasación con antelación. Si es demasiado baja, el banco prestará menos dinero, con lo cual podemos valorar si merece la pena seguir adelante con la compraventa o no.
  • Recomienda que acuda a diferentes entidades financieras y tenga todo los documentos listos para pedir financiación, eso ayudará a ganar tiempo y aumentar las probabilidades de éxito.
  • Acuerda una fecha límite con el comprador para conseguir el préstamo que necesita. En caso de no conseguir la hipoteca a tiempo, podremos cancelar el contrato de arras y buscar rápidamente otros compradores.
  • Como compradores, lo ideal es pactar con el vendedor una entrega de dinero en dos plazos, así corremos menos riesgo económico a la hora de afrontar el contrato de arras.
  • Si fuese posible, una buena opción sería acordar la devolución de las arras en caso de que no consigamos la hipoteca, aunque es difícil que el vendedor acceda. 

Alternativas si el comprador falla

Si todo sale mal y el comprador no consigue su hipoteca o directamente no encontramos comprador para nuestra vivienda, hay otras alternativas para nosotros.

  • Si nuestro piso no tiene cargas, podemos contratar una hipoteca para adquirir el inmueble que queramos, si el banco no accede, podríamos ofrecer la concesión del piso como garantía extra.
  • Si nuestro piso tiene cargas, como una hipoteca actual, podríamos solicitar un préstamo puente para adquirir el nuevo inmueble. Eso unirá la hipoteca actual y la nueva en un solo crédito, obteniendo unos años de margen por parte del banco para vender el piso.

Como contrapartida, si la venta del piso no se cierra antes de finalizar el periodo designado por el banco, corremos el riesgo de pagar unas cotas demasiado elevadas.

La crisis del COVID-19 y la recesión económica que ha dejado tras de sí, ha vuelto a complicar la concesión de hipotecas y el escenario de compraventa de vivienda. Por ello, lo ideal es ir preparados para todos los escenarios económicos que se nos planteen, así podremos actuar de manera rápida y eficaz para conseguir nuestro objetivo y cumplir nuestros planes de vida.