La consultoría proporciona conocimientos y capacidades para resolver problemas prácticos en la operativa y en la estrategia de las empresas en su camino de la excelencia empresarial. El consultor da una visión global y externa a la organización que no está condicionada por su propia dinámica y sus circunstancias.

La principal función que debe realizar un consultor es la de identificar los problemas y las oportunidades del negocio convirtiéndose en una referencia para cada uno de sus clientes, con quienes establece una relación colaborativa a la hora de prestar o proponer soluciones definitivas y perdurables. Para ejercer esa función de brújula no solo es necesario tener un amplio conocimiento del cliente, sino también de su sector y de la competencia. Solo así es posible adelantarse a las tendencias del mercado y promover la necesaria gestión del cambio en las organizaciones.

Otra de las funciones de los consultores es el ser capaces de optimizar las organizaciones y sus procesos aumentando de ese modo el valor de su negocio y, consecuentemente, aportando un evidente retorno económico de su labor.

En la nueva realidad digital, la consultoría es aún más necesaria. Así, en una sociedad cada vez más apoyada en la tecnología, necesitamos contar con personas que pongan su especial expertise al servicio de otros. Por ello, necesitamos contar con especialistas en los distintos campos, y los consultores se conforman comolos mejores especialistas para prestar el mejor asesoramiento.

En la sociedad de la información y el conocimiento, las personas todavía siguen siendo las principales protagonistas y por eso el consultor está comprometido con una formación continua.


La consultoría en el siglo XXI va a seguir aportando soluciones cada vez más innovadoras y tecnológicas, creando valor desde el presente para el futuro. Es por ello que este sector, el nuestro está llamado a ocupar un lugar central en la sociedad de la información y el conocimiento. El sector de la consultoría, sin duda alguna, debe considerarse estratégico para nuestra sociedad

Las claves que marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso en estos ámbitos cruciales de la gestión: la estrategia, la gestión comercial, la gestión financiera, el área productiva y la gestión de recursos humanos.

¿Fracaso?: el Camino del Éxito.

La actividad empresarial siempre conlleva errores, especialmente en tiempos de cambio rápido en lo que es necesario hacer pruebas para encontrar la mejor manera de innovar y evolucionar.

Para tener éxito como empresario/autónomo el objetivo es reducir el número de errores y sobre todo, aprender de los que se cometan. Teniendo siempre presente que muchos grandes empresarios fracasaron antes de conseguir el éxito y que en los países anglosajones, con un tradición emprendedora mucho mayor, se considera que el fracaso forma parte del camino al éxito empresarial.

Reflexionar sobre dichos factores servirá de orientación para ver dónde uno se encuentra, si más cerca del éxito o del fracaso.

Claves relacionadas con el pequeño empresario/autónomo

El primer factor está relacionado con uno mismo. Se debe reflexionar acerca del dominio de las habilidades directivas, la preparación, la experiencia empresarial y el grado de implicación. La teoría es obvia, pero resulta mucho más difícil llevarlo a la práctica.

Estas son algunas claves que dan sentido a la hora de contar con un consultor:

1. Su escucha orientada al cliente. Su análisis de la información recabada definirá el tipo de expertise que podrá ofrecer en las mejoras garantías.

2. El no vivir anclado al pasado. No hay nada peor que no mirar hacia el futuro y no darse cuenta de que los entornos son cambiantes. Las necesidades de sus clientes como todo lo que les rodea cambian constantemente.

3. Destaca los puntos fuertes para sacar ventaja competitiva de ello. El consultor no puede ser el mejor en todo. Es fundamental valorar su focalización en un ámbito concreto como garantía de provecho de los puntos fuertes.

4. Define bien el mercado: hay que conocerlo y mantenerse fiel a ello. Es siempre un riesgo muy elevado cuando, después de haber definido un mercado, o un nicho concreto, surgen oportunidades fuera de este..

5. Involucra al equipo. El compromiso del equipo es más que clave en el proceso del éxito. El consultor se siente verdaderamente parte de la empresa y tiende a no abandonar el barco y a remar tan fuerte como el resto.

6. El consultor, su propia definición. Es tan raro como obvio, pero un consultor tiene un papel consultivo: oír, interpretar, analizar, plantear soluciones y aconsejar.

7. Factores de Realidad. Es clave, ninguna empresa se hace grande pensando en pequeño. La ambición que nos mueve es el principal combustible para que hagamos más y mejor cada día pero es vital conocer las limitaciones internas y externas para no errar en las decisiones.

8. Es persistente y perseverante. El éxito tarda, y a veces mucho. A veces no es fácil seguir luchando cuando el objetivo parece estar lejos, empiezas a dudar si vale la pena continuar. En esos momento, un “baño de realidad” nos recoloca en el carril adecuado para continuar con la determinación necesaria.

9La condición de ser flexible, ser camaleónico. El consultor siempre abogará por ser fiel a uno mismo, pero adaptándose al entorno. No tomar decisiones es la peor decisión que se puede tomar. Todos nos hemos encontrado en situaciones donde se ha tenido que defender “ negro y al día siguiente el blanco”.


La verdadera clave es traducir todo esto a la práctica diaria. Desde la prestación del servicios in-house en las oficinas del cliente, el acompañamiento en los trámites de constitución de una nueva sociedad, que pueda o no llevar parejo la adquisición de unos terrenos, la intervención ágil en la disolución de una sociedad familiar o no, hasta la gestión de las subvenciones más adecuadas para la constitución o consolidación de una empresa son escenarios de trabajo donde la figura del consultor es muy recomendable.

Lucas - Meroño, abogados y consultores en Lepe, Huelva y Sevilla


La vida da muchas vueltas, 
es impermanente y todo cambia. La consultoría empresarial especializada es un valor seguro cuando se trata de tomar decisiones estratégicas en el nacimiento y desarrollo de los proyectos empresariales.